Un poema de Adrienne Rich traducido por María Soledad Sánchez Gómez



ALGO roto     Algo
que necesito     Por alguien
a quien amo     El año próximo
recordaré qué era
Esta ira     irreal
                         y sin embargo
hay que soportarla
Que el sol se ponga
sobre esta ira
                       Continúo
sumergiéndome     en ella
La montaña late
En el bidón de aceite     cae
una bola de fuego.

El tiempo es pacífico     no rompe cosas
ni siquiera hiere     Las cosas peligran
por la gente     Las frágiles lámparas de arcilla
de Mesopotamia
filas y más filas bajo cristal
en la sección de etnología
pequeños orificios para aceite
seco     Los refugiados
con sus idénticas
historias de huida     No
colecciono lo que no puedo usar     Necesito
lo que se puede romper.
En la cama los añicos se reúnen
y las desavenencias se encubren     por el contrario
mi cuerpo es una lista     de heridas
colocadas simétricamente
un pueblo
reventado     por los aviones
que no     acabaron el trabajo
El enemigo se ha     replegado
entre incursiones     se ha hecho invisible
no hay
            mecanismos
                        de alivio
la oscuridad se vuelve absoluta
El sueño     resquebrajado y desconchándose
se cierne sobre el tembloroso     objetivo

Lo que se rompe     es la noche
no el día     La blanca
cicatriz     rasgándose
por el Este
La grieta supurante
Es hora de que los añicos
                                          retornen
sin decir palabra
                              unos junto a otros.

1968


ADRIENNE RICH, Poemas (1963-2000), Renacimiento, Sevilla, 2002, traducción de María Soledad Sánchez Gómez, págs. 55-57.


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