A la poeta le encantaba fantasear e inventarse historias dentro de sus poemas (la falsa muerte de su padre, la existencia de un hermano inexistente, un hijo ilegítimo que nunca existió, un accidente en un brazo...), todo ello detallado tan notablemente que mucha gente creía que era verdad. En muchas ocasiones los hechos mostrados surgían por completo de la imaginación del poeta. En otros casos, un incidente en la vida de la poeta se convertía, en sus hábiles manos, en una dramatización imaginativa y ficticia de la supuesta vida de la artista. Anne explicó que "...es necesario distorsionar los hechos literales de la vida para presentar la verdad emocional que subyace en ellos. El poeta no tiene por qué incluir todo para contar la verdad. Se puede mentir. Podemos confesarnos y mentir para siempre..." En una conferencia para la Sociedad de Libros de Poesía dijo en una línea similar: "Todos los poetas mienten. Como dije una vez en un poema, un escritor es alguien que con unos muebles hace un árbol".
JULIO MÁS, en la introducción a Vive o muere, ANNE SEXTON, Vitrubio, Madrid, 2008, págs. 39 y 40.