Aldrich sobre Dickinson


Es evidente que la señorita Dickinson poseía una imaginación extremadamente no convencional y grotesca. Ella estaba profundamente influenciada por el misticismo de Blake y el manierismo de Emerson. Pero la incoherencia y la falta de forma de sus versos es fatal... Una excéntrica, soñadora reclusa, medio educada en un pueblo perdido de Nueva Inglaterra, no puede impunemente desafiar las leyes de la gravitación y de la gramática.


THOMAS BAILEY ALDRICH, palabras recogidas en una revista de la época publicadas en el prólogo de Enrique Goicolea a Poesía completa, Emily Dickinson, Amargord Ediciones, Madrid, 2012, traducción de Enrique Goicolea, pág. 14.

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