martes, 30 de septiembre de 2025

Avalancha de críticas contra Hannah Arendt tras la publicación de "La banalidad del mal"


El rostro de su amigo Hans Jonas, tras leer el manuscrito, no deja lugar a dudas:

—Hannah, ¿te has vuelto loca? —él agita las hojas, aún en sus manos—, tú también eres judía, ¿te das cuenta de lo que has escrito? ¿Cómo puedes subtitularlo "La banalidad del mal" e insistir en ello al referirte a un asesino como Eichmann? ¿No ves que al hacerlo banalizas también tú sus crímenes?

—En absoluto. El informe trata, todo él, precisamente de esto. Eichmann personifica perfectamente al burócrata incapaz de pensar, el que ejecuta las órdenes que recibe de sus superiores sin plantearse absolutamente nada, ni las consecuencias, ni las implicaciones, ni nada. Créeme, porque lo he tenido delante y he podido observarlo, escucharlo y analizarlo durante varias semanas.

—Estás hablando de unas órdenes que eran, ni más ni menos, transportar a la cámara de gas a miles de personas inocentes, niños, ancianos... Era un teniente coronel, ¿te parece disculpable obedecer este tipo de órdenes?

—Por supuesto que no. Dime tú en qué pasaje de lo que acabas de leer lo disculpo. ¡Claro que no! Pero este es mi informe, y yo tengo que plasmar en él lo que he visto. Y lo que he visto es a alguien que carece de inteligencia, que carece de la capacidad de elaborar un pensamiento mínimamente complejo. No es Maquiavelo, no es Satán, no tiene la altura intelectual de los que tienen la maldad como objetivo de sus vidas. Él hubiera obedecido con la misma precisión cualquier otra orden, la más nimia e inofensiva.

—Pertenecía al núcleo duro del nazismo, Hannah, por el amor de Dios, a las SS. ¿Me estás hablando de inocencia por su parte?

—En ningún momento hablo de inocencia. Lo que digo no tiene nada que ver con la inocencia.

—Si pones el énfasis sobre el hecho de que se limitaba a obedecer órdenes, parece que en cierto modo lo eximas de responsabilidad.

—Era responsable de sus actos, no era inocente. ¡Claro que no! ¡Y claro que tiene que pagar por lo que hizo! Como todos los que participaron en intentar exterminarnos a los judíos, pero eso no quita que aquí yo haya visto algo que parece digno de análisis. Y es lo banal... sí, no te vuelvas a horrorizar: lo banal que puede llegar a ser el ejercicio del mal. ¿En qué parte del informe niego que lo que hizo Eichmann estaba mal...? Pero ya me conoces. Sabes la importancia que le he dado toda mi vida al concepto de "comprender". Y eso es lo que hago en este informe: intento comprender, no disculpar. Son dos conceptos diferentes.


EUGENIA TUSQUETS / SUSANA FROUCHTMANN, La pasión de ser mujer, Circe, Barcelona, 2015, págs. 227-229.