martes, 30 de septiembre de 2025

Las extraordinarias dotes como recitadora de Alfonsina Storni


Las reuniones en el Tortoni no eran meros encuentros de camaradería. A veces se parecían más a una encendida reunión de consorcio. Por eso, cuando se agitaban los ánimos, Quinquela le hacía una seña a Alfonsina para que pasara al frente y, apoyada en el piano de cola Steinway que era utilizado como atril, recitara poesías para calmar a los iracundos. Hay que tener en cuenta dos cualidades de la poetisa. Sus contemporáneos dijeron que nadie recitaba tan bien como ella. Esto se debía, seguramente, a sus magníficas dotes actorales, apenas plasmadas en los escenarios durante su juventud. Por otra parte, Alfonsina era una celebrada cantante de tangos. Entre sus preferidos se destacaban “Mano a mano” (“Rechiflao en mi tristeza hoy te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria sólo una buena mujer...”) y, más adelante, “Yira, yira” (“Cuando la suerte, que es grela, fayando y fayando te largue parao...”).


DANIEL BALMACEDA, Romances argentinos de escritores turbulentos, Sudamericana, Buenos Aires, 2013.